viernes, 1 de febrero de 2019

LAS VEREDAS (*)



I

Estoy en la calle, en medio de una calle desolada;
Estoy caminando, caminando estoy sin mirar atrás.
En el punto que mi camino entra en la oscuridad,
Como que estoy viendo una  imagen esperandome.

Los cielos negros estan cubiertos de nubes color ceniza;
Los rayos atisban las chimeneas de las casas.
Cada alma dormida, menos dos compañeros;
Uno soy yo, y el otro las vagabundas veredas.

Se me va formando gota a gota un miedo por dentro;
Temo que a cada fin de calle espera algun gigante…
Se dirigen a mi, sus ventanales, todos negros;
Las casas que parecen un hombre cegado con hierro candente.

Las veredas, la madre de los sufridos solitarios;
Las veredas, son una persona que vivio en mi.
Las veredas, cuya voz se oye cuando se callan otras;
Las veredas que son una lengua enredada dentro de mi.

No me corresponde expirar en un regazo suave;
Yo soy un chaval amamantado por estas veredas!
Que no amanezca nunca, en esta calle oscura;
Que no acabe mi viaje en esta calle oscura!

Que vaya yo, que vaya el camino, que yo vaya que el camino siga;
Que corran a mis dos lados como inundaciones los faros.
Tac, tac, que escuchen mis pasos los quiltros hambrientos;
Los arcos de piedra en la penumbra son el Arco de Victoria de mi camino.

No quiero ver la mañana ni verme a la mañana;
Que los dias sean suyos, denme las oscuras!
Me arropo en ellas como un edredón mojado;
Cubranme, cubranme con las frescas oscuras.

Que mi cuerpo se tumbe a las piedras a lo largo;
Que las piedras heladas me quiten la fiebre de la frente.
Que sumergiendo en un sueño tan misterioso como las calles;
Se muera el esposo negronamorado (**) de las veredas...

II

Como un héroe que ha vendido su cabeza por una causa,
Perteneces a las calles, con tu carne y huesos.
Tumbado en su colchon como un palanquin,
Has de recorrer las distancias infinitas.

Desde que escapaste de las camas putas,
Vuestras almas se han derretido en un pote de sufrimiento.
Sus pupilas han bebido tu sombra;
Su piedra se ha derretido en tu calavera.

Los dos no teneis ni esposos ni amigos;
Sois solitarios como el silencio, libre como el grito.
Teneis solamente una cabeza que portar en este mundo;
Y esa la podéis llevar adonde sea.

Caballero de caballo castaño, hazlo correr, correr!
Los enredos de este camino llegan a la tumba al terminar.
No habrá nadie que te entienda tanto como las veredas…
Ni nadie tanto como tú entiendes a las veredas…

III

Es una mujer morena en las veredas la noche,
En éxtasis con la cabeza ergida, arrastra su silueta. 
Cuando por un segundo mis ojos tocan sus ojos negros,
Me dice, sígueme joven que tanto me esperabas.

El viento me cubre como si fuese un contacto con ella,
Quiero coger, cogerla, con las manos en mi pecho.
Nunca la alcanzo, aunque camine hasta el crepúsculo, 
Ay, ella es un espíritu fino, y yo un molde de carne.

Me hiere si oigo una carcajada por detrás;
Me parece que ella se está entregando a otro,
Si veo una silueta desnudando en los ventanales.

No importa, que no sienta dolor de mis lágrimas hoy;
Sé que cuando la tierra me ofrezca un cómodo colchón,
Ella, bien enamorada, nunca se levantará de mi cabezal…

Necip Fazıl Kısakürek (1904-1983)


(*) El título original, “KALDIRIMLAR” en turco se traduce como “Aceras” o “Las aceras” al castellano, pero yo he preferido usar la palabra sudamericana, “Las Veredas”, ya que mi “castellano” se ha formado mas bien lejos de Castilla.
(**) En turco “kara sevda” significa un amor profundo y literalmente se traduce “amor negro”. Como el poeta relata su estado de  ánimo en términos de “negro”, “oscuro”, “moreno”, “sombras”, “penumbra” etc, he visto necesario inventar una palabra como “negronamorado” (muy enamorado) para así poder utilizar el adjetivo”negro” en el texto español.


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